lunes, 15 de marzo de 2010

La capitalización de la cultura 'moderna'.

Hola.

Quería compartir con vosotras/os, una teoría que explica la llegada del capitalismo (se que es un poco larga, pero resulta interesante)....

'Durante los primeros años del capitalismo, se confería el mayor prestigio a los que eran más ricos pero vivían más frugalmente. Más adelante, cuando sus fortunas se hicieron más seguras, la clase alta capitalista recurrió al consumo y despilfarro conspicuos en gran escala para impresionar a sus rivales. Construían grandes mansiones, se vestían con elegancia exclusiva, se adornaban con joyas enormes y hablaban con desprecio de las masas empobrecidas. Entretanto, las clases media y baja continuaban asignando el mayor prestigio a los que trabajaban más, gastaban menos y se oponían con sobriedad a cualquier forma de consumo y despilfarro conspicuos. Pero como el crecimiento de la capacidad industrial comenzaba a saturar el mercado de los consumidores, había que desarraigar a las clases media y baja de sus hábitos vulgares. La publicidad y los medios de comunicación de masas aunaron sus fuerzas para aunar a las clases media y baja a dejar de ahorrar y a comprar, consumir, despilfarrar........ El consumo conspicuo por todo lo alto se hizo peligroso, volviéndose así de nuevo a otorgar el mayor prestigio a los que tienen más pero lo demuestran menos. Y como los miembros más prestigiosos de la clase alta ya no hacen alardes de su riqueza, se ha eliminado también algo de presión sobre la clase media para participar en el consumo conspicuo. Esto me sugiere que el uso de pantalones vaqueros rotos y el rechazo de un consumismo manifiesto tiene que ver más con la imitación de las corrientes establecidas por la clase alta que con la llamada revolución cultural'
Vacas, cerdos, guerras y brujas. Marvin Harris, pp. 122-123

Solamente espero que en nuestro intento de alejarnos de la 'visión economicista de la cooperación', no caigamos en el error de vestir nuestra hidratada piel con ropa rota, y luego llamarnos cooperantes.
Las personas no son héroes/heroínas, ni pobres, ni desarrollados ni por desarrollar, solamente son personas, iguales con vidas diferentes. Una vida puede ser injusta en un país desarrollado que uno en vías de desarrollo, no caigamos en la tentación de cargar con el peso de la heroicidad a las personas de los países en desarrollo, para alejarnos de la acción benéfico-asistencial.
Si realmente creemos en la equidad, luchemos por mantener el equilibrio, y seguir un coherente paradigma de desarrollo, que nos iguale, pero no con rencor, sino aprehendiendo. Dejemos de creernos víctimas, y de victimizar, pero no para legitimar nuestras acciones, sino porque realmente creemos en lo que hacemos.

En este párrafo reflejo algo de lo que he venido pensando estos días, y también responde (en cierta manera) a lo que algunos/as me habéis venido preguntando, así que os lo dedico. A ver que pensáis......

Bea Plaza
Salut!

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